The New Secretary {Amber Benson}

No se oía nada, ni si quiera las rozaduras de los bolígrafos escribiendo sobre el papel. Todo estaba en calma, demasiado en calma. Eche un vistazo hacia la mesa de experimentos más lejana que mis ojos podían ver, había un chico, por las facciones de la cara, intuí que mas joven que yo, bastante más. Un novato, pero parecía que le estaba yendo bien, no soportaba a aquellos que con la escusa de estar cerca mió, me preguntaban cualquier estupidez como donde guardaban los informes generales o como se guardaba un borrador de cifras. No lo podía entender, se suponía que habían elegido Erudición porque tenían mucha inquietud sobre conocimientos, no porque quisieran ligarse a la primera chica guapa que encontraran por el pasillo. Aquel chico del final, rubio, con ojos celestes, ni si quiera había reparado en mi, y por una vez, lo agradecía considerablemente.

Comencé a redactar los informes sobre el avance del suero, mi madre me había ordenado mandar cada semana a su correo electrónico, unos informes explicando los procesos/ inconvenientes que había tenido esta semana con el proyecto. No era la única en trabajar en esto, varios grupos de diferentes sectores trabajaban en esto. Mi única función era monitorear cada cosa que hacían ya que el proyecto era algo totalmente secreto y nadie a parte de los que estábamos implicados, podía enterarse. Si no, podría ser el fin para la mayoría de nosotros, las acusaciones serian terribles por no pensar en la cantidad de mentiras que se inventarían los abnegados. No nos podíamos permitir ni el mínimo margen de error. La puerta del laboratorio comenzó a ceder.

Mi cabeza giro en dirección a la puerta mientras seguía escribiendo el informe, justamente ahora. Valla persona mas inoportuna, en cuanto vi de quien se trataba, mis ojos giraron en redondo dando la sensación rotativa del movimiento de la tierra. Era ella, como no, ni si quiera un Viernes podía encontrar paz y tranquilidad, me acuerdo de ella, como no acordarse, la segunda de la clase. Tenia un ego mas grande que su mentalidad, recuerdo que era una de las que sacaban mejores calificaciones en matemáticas, aunque nunca logro superarme, creo que fue por ese motivo por el que cada vez que me sentaba en el instituto, me miraba mal, igualmente a mi nunca me importo. Odiaba a la gente de su calaña, pijas odiosas con aires de superioridad, siempre vestidas de rosa.

Parecía que los años de Universidad le habían sentado mejor, vestía con las ropas azules que nos catalogaban y parecía mas centrada en su trabajo. Aunque aún no sabia que hacia aquí, esperaba que no le tocaran las practicas aquí. Seria insoportable, doce horas aquí, con esta. Igualmente puse mi mejor cara y seguí trabajando en mis informes esperando que ella comenzara hablar, a lo mejor con suerte se marchaba antes de ni si quiera mirarme, las de su estilo eran todas así de prepotentes. Ni entendía como había podido elegir Erudición, aquí estábamos para aprender, no para mirarnos al espejo a todas horas diciendo lo bonitas que eramos. Era una estupidez.

Esa mañana amber se había levantado con el mejor humor posible. Tenia un nuevo trabajo porque lo necesitaba de urgencia ya que el tonto de su hermano se quedo sin trabajo solo por llegar tarde, y su madre tenia que estar pendiente de los deberes de la casa. Se coloco lo mas llamativo que encontró color azul, se preparo su comida, agarro sus cosas y se fue.

No conseguía un coche que la llevara así que se fue a su casa a pedirle el coche a su hermano y como siempre le dice que se espere. Simplemente se sentó a esperar y a cada minuto miraba el reloj. Tanto que espero, llego un momento en el que se harto, agarro las llaves y bajo a prender el auto y se fue. Típico día para ella.

Este día no puede ser peor -dijo ella sarcásticamente refiriéndose al trafico.

Para empeorar el día su hermano la llamo quejándose por el auto, pero no le pare mucho ya que son sus caprichos diarios. Hasta que al fin logro llegar a los laboratorios, pero bien tarde. Fue rápidamente a buscar su carne y fue a la ascensor. No sabia que botón presionar porque era nueva  y pues no fue capaz  preguntar porque no quería parecer desesperada.  presiono el primero que encontró, pero tristemente no era...

Volvió a la ascensor y preciono el 5° botón y ¡ALELUYA! ese era.

-Por fin algo bueno para este día -dijo ella esperando que el día siga mejorando.

Ella miro toda la habitación era súper grande. observo a todas las personas que se encontraban allí, pero su mirada se detuvo al ver a la Rubia, ojos verdes, ya empezó a recordarla era una de las chicas que sacaba mejores calificaciones del aula a parte de ella. Quiere hablarle para que le ayude, pero no sabia que decirle ya que ellas tenían una relación poco amigable en preparatoria.

- Hola, me llamo Amber y estoy perdida, soy nueva no se que hacer.
Dijo esperando una respuesta grata de su parte.